Galletas de Café

Buenos días!!

Ya estamos en Septiembre, se acabó el verano!!

Adiós a las vacaciones, a las terracitas, a las noches de calor, a los tintos de verano, a los granizados... adiós a tantas cosas....

Pero hola a muchas más!! tardes de invierno con café calentito y bizcocho, pijama gordito para dormir, el olor de la lluvia, la escarcha de las mañanas...

Bueno, vale, para eso todavía queda bastante!!

Pero me quedo con la idea del café... y lo de mojar....

La receta de hoy es ideal tanto para desayuno como para merienda, y se puede tomar con o sin leche, porque el café ya lo lleva incorporado!!

Vamos a preparar unas GALLETAS DE CAFÉ!!

Os dijimos que ya hoy había que encender el horno... así que podemos ir precalentando a 180 grados!

Es una receta muy socorrida, porque es bastante rápida y acompaña muy bien a un té o café.

Estos son los ingredientes que vamos a utilizar:

• 250 gramos de harina
• 250 gramos de mantequilla
• 250 gramos de azúcar
• 5 claras de huevo (usamos XL, que son unos 200 gr de claras)
• 2 cucharadas de café soluble (podéis hacerlo descafeinado y así las pueden comer los niños también)

Ponemos a montar las claras, hasta que estén a punto de nieve.

Mientras, en un bol derretimos la mantequilla y la añadimos a las claras, una vez montadas. 

Sin parar de mezclar, añadimos el azúcar y el café.

A continuación, añadimos la harina poco a poco, para que ligue todo bien y no queden grumos.

La masa, depende de lo grandes que fueran vuestras claras, quedarás más o menos líquidas, pero tampoco os preocupés, que al final va a estar buena de todas maneras.

A nosotros nos quedó así:

Quedó demasiado líquida para darles forma con la mano, así que nos ayudamos con una cuchara.

En una bandeja de horno, con papel de hornear, ponemos montoncitos de masa, bien separados que luego en el horno crece mucho.

Introducimos y horneamos durante unos 15 minutos, o hasta que los bordes estén tostados, y nos saldrá algo así:

Como veis, se aplanan bastante y quedan redonditas.

Las dejamos enfriar en la bandeja, y cuando estén casi frías las pasamos a una rejilla para que se enfríen por completo.

Al sacarlas del horno veréis que la parte central queda blandita, no penséis que está crudo, al enfriarse se va a endurecer.

Cuando estén totalmente frías, espolvoreamos con azúcar glass.

Y listas para servir!!

Aguantan perfectamente hasta un mes, bien conservadas en una lata o bote hermético.

Ideales para cualquier acompañamiento, verdad??

Os animo a prepararlas para la merienda!!

Pues estos son los primeros deberes de vuelta al cole!! 

Un abrazo, y hasta la receta que viene!!